El collar que rodea su bello cuello se ve temiblemente opacado por la luz de sus ojos, esa llama siempre encendida, que a pesar de haber pasado tantos años, aún la veo en mis sueños, es una lástima que esa imagen a pesar de su belleza sólo represente un triste recordatorio del día en que ese collar al final obtuvo su victoria, ya que sólo el día de su muerte esas perlas lograron brillar más que sus ojos.